viernes, 11 de febrero de 2011

Año del conejo


Feliz año nuevo chino, ¡empieza el año del conejo!


Y como ya es habitual por estas fechas este blog cumple años, cuatro ya. El pobre… si fuera un conejo sería todo lo contrario al de arriba, raquítico de tan pocas entradas… pero bueno, desde aquí ya sólo puede mejorar (o no)…

Como también viene siendo habitual en estos posts de aniversario, comento brevemente algunas lecturas que se han quedado sin reseñar, sólo una selección porque han sido muchas. Empiezo por los clásicos, recordaréis que iba por la antigua Roma:

Satiricon: atribuida con reparos a Petronio Arbiter (presunto cortesano de Nerón que salía en la peli Quo vadis?), es una de las primeras novelas merecedoras de ese nombre que se ha conservado, aunque incompleta. Anticipa la novela picaresca que tanto cuajó siglos después por estas tierras.

Diálogos de Luciano de Samósata: modelo para muchos escritores posteriores que usaron el humor (como Erasmo o Rabelais, por ejemplo), Luciano fue un escritor satírico que se reía de todo: de los hombres, de las mujeres, de los dioses y de sí mismo... Dio nombre al “diálogo lucianesco”, e incomprensiblemente fue ignorado en su tiempo.

Cualquiera de estas dos obras se sigue leyendo con agrado hoy día, sobre todo las de Luciano. En cambio no he podido con las Meditaciones de Marco Aurelio: son aforismos escritos por el emperador apoyándose en la filosofía estoica, interesantes, sí, pero… uf, mucha tela…

También he empezado a leer algo de novela histórica contemporánea ambientada en esa época:

Calígula: Albert Camus hace del emperador loco, Calígula, un gran personaje en esta obra de teatro que vi hace años en gallego interpretada por Antonio Durán “Morris”.

Yo, Claudio: Ya lo había leído hace mucho pero casi no me acordaba de nada. Robert Graves consigue una credibilidad asombrosa, cuesta pensar que las cosas no sucedieran tal como él las narra por boca del emperador Claudio. Y la misma sensación he tenido con

Memorias de Adriano: Marguerite Yourcenar se pasó muchos años poniendo en pie esta gran historia. En ella el emperador, viendo que sus días se acaban, ofrece su sabiduría a quien habría de sucederle, Marco Aurelio (si, el de las Meditaciones). Un libro muy sabio y poético, que además leí en una edición muy chula (de Edhasa) traducido por Julio Cortázar.

Ya de vuelta a épocas más cercanas:

La llave de cristal: buena novela de género negro de Dashiel Hammett, aunque no supera el gratísimo recuerdo que me dejó Cosecha roja en su momento.

Guerra Mundial Z: este entretenido libro de Max Brooks (hijo del gran Mel y de Anne Bancroft, buenos genes) ha conseguido dotar de nueva vida (quizá la expresión no es muy acertada) al género de zombies, que ahora se multiplican en forma de libros, cómics, series de TV, políticos… Narrado en forma de reportaje periodístico, varios supervivientes de la guerra zombi cuentan su caso.

Skugga-Baldur: no sé si será por efecto del frío, pero Islandia es el país con más escritores por metro cuadrado. En este caso Sjón adapta un cuento tradicional ambientándolo a fines del siglo XIX. Otra vez tengo que alabar la buena labor de la editorial gallega Rinoceronte. Han optado por dejar el título original, aunque he visto que otras ediciones en español lo han traducido como “El zorro ártico”.

Vamos ahora con algunos cómics:

Body World: Dash Shaw es uno de esos artistas muy jóvenes que vienen a renovar el medio con ideas frescas. Su Ombligo sin fondo, que también leí este año, no me gustó demasiado, la verdad, pero con este Body World he disfrutado mucho. El cómic puede leerse gratis en su web (en inglés).

La Mazmorra Amanecer: me he puesto al día con esta serie, que dejé de seguir un tiempo, y que reúne a algunos de los mejores autores franceses: Sfar, Trondheim, Blain… impresionante.

Enciclopedia universal Clismón - Bienvenido al mundo: no es un cómic al uso, más bien una original enciclopedia ilustrada por el sevillano Miguel Brieva. Las definiciones hablan de la estupidez humana, son filosóficas, bordean la poesía… Brieva es también un gran dibujante y un excelente colorista, y el libro lo ha editado con mimo Random House.

Bolland Strips de Brian Bolland, un dibujante inmenso que flojea un poco en los guiones para mi gusto, y Capitán Escarlata de David B. y Emmanuel Guibert, una buena adaptación de un relato de Marcel Schwob, los encontré de saldo por 3 euros cada uno en Valencia, un ofertón que ha valido la pena aprovechar.

Theodore Poussin Integral I: agrupa los cuatro primeros álbumes de esta serie de la que tenía un recuerdo infantil maravilloso, por haber leído algunas páginas en un número de la revista Cairo. Pero la lectura de este tomo no ha estado a la altura de mis recuerdos… suele pasar. Aún así es un buen tebeo de aventuras.

Kick-Ass: Se le nota demasiado su intención de provocar, aunque algunos chistes a costa de los frikis tienen su gracia, y también la forma de financiarse de Hit Girl y su padre… la peli es peor…

Mister X: curiosa serie ochentera dibujada por el gran Jaime Hernández.

Río abajo: impecable trabajo de Rabaté, tanto al guión como al dibujo.

La mouche: un tebeito mudo que dio a conocer a Trondheim y que me traje de Bruselas. Simpático.

Yo maté a Adolf Hitler: ya es la tercera historia de Jason que me leo, y pasada la refrescante sorpresa inicial, ahora me aburre un poco este autor.

La Belette: un clásico de los 80 al que no había leído: Dieter Comés. Me ha causado muy buena impresión.

Versiones: un gran hallazgo encontrar en una tienda de segunda mano esta edición argentina en la que se recopilan cuentos clásicos latinoamericanos de Rulfo, Borges, Onetti… adaptados al cómic por Juan Sasturain e ilustrados por ese gigante del dibujo, Alberto Breccia… ‘nuff said, como decía el otro…

En cuanto al manga, he leído poco pero interesante:

Capitán Harlock: de Leiji Matsumoto, es un clásico de los 70 en cinco tomos, de los cuales el primero me encantó, pero después se me hizo repetitivo, supongo que no ha envejecido muy bien.

Pluto: no puedo decir nada malo de esta serie, remake de una historia de Tezuka para Astro Boy. Pero tampoco mucho bueno, la verdad, me dejó bastante frío...

Una vida errante I: tengo que avisar en la biblioteca para que me compren el segundo tomo ¡ya!

Dejo pendientes de desarrollar más extensamente otras lecturas de esas que nunca me fallan: Crumb, Bagge, Moore... el Planetary de Ellis y Cassaday me encantó, Astonishing X-Men de Whedon me reconcilió con Marvel, Los Invisibles de Morrison empecé amándola y acabé odiándola... mucho que escribir y poco tiempo/ganas.

Por lo demás, la peli que más disfruté este año fue Toy Story 3, esta gente de Pixar son increíbles. Y pasando de novedades musicales, lo que más estoy escuchando últimamente son los viejos discos de The Pogues... ¡Fiesta!