lunes, 14 de noviembre de 2011

La extraña historia de la isla Panorama

De Suehiro Maruo me habían dejado el primer tomo de La sonrisa del vampiro, y aunque me había gustado mucho no llegué a leer el segundo. Tengo que remediar eso, porque después de La extraña historia de la isla Panorama tengo ganas de leerme todo lo que pueda de Maruo, un gran dibujante de estilo hiperdetallista y con querencia por lo grotesco.

Hay que decir que esta obra, aunque inquietante, no es tan brutal como otras suyas, así que puede ser una buena iniciación al autor, que en este caso adapta una novela de los años 20 escrita por su compatriota Edogawa Ranpo (seudónimo que homenajea a Edgar Allan Poe, así lo pronuncian ellos), un autor de novelas de misterio.

Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿qué haría si me volviese millonario de repente? ¿qué sueños querría cumplir? El protagonista de éste manga lo tiene muy claro, y además lo consigue: de escritorzuelo arruinado se convierte (con malas artes, ¿cómo si no?) en un rico empresario, y consigue realizar su sueño: construir una especie de parque de atracciones para adultos, donde la belleza rodea a los visitantes y todo está permitido.

La primera mitad es un thriller con gran tensión psicológica, y la segunda un paseo visual por la fabulosa utopía construida en la isla Panorama, un canto al hedonismo plagado de jardines y estatuas, con múltiples referencias a obras de arte de todas las épocas, muchas de las cuales podéis ver en este artículo de Entrecomics (que recomiendo fervientemente a quien vaya a leer esta obra).

Por ponerle alguna pega, quizá el final sea demasiado precipitado, pero la verdad es que no me importa, incluso le va bien al tono pulp de la historia.

miércoles, 5 de octubre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Economía

Por desgracia, Domiciano era vanidoso y despótico, y pensaba que nadie era tan inteligente como él. No conozco la razón, pero éste parece un rasgo común a todos los ministros de finanzas.

Gore Vidal, Juliano el apóstata



martes, 30 de agosto de 2011

Matadero cinco

Kurt Vonnegut sufrió de joven el bombardeo americano sobre Dresde en la II Guerra Mundial, siendo uno de los pocos supervivientes de una matanza de más de 130.000 personas. Este hecho le marcó profundamente, como es natural, y durante años se preparó para escribir un libro sobre el tema.

Lo mejor es que Vonnegut no escribió el típico libro sobre la guerra. En realidad no es el típico libro, y punto. El protagonista de la novela sobrevivió a Dresde, sí, pero es que además viaja por el tiempo a distintos momentos de su vida, aprendió a hacerlo durante su secuestro en el planeta Trafalmadore. Ya os hacéis una idea. A través de su mirada ingenua asistimos a las atrocidades de la guerra, y aunque todos crean que está loco, según vamos leyendo nos damos cuenta de que no lo está más que cualquiera. Con ingenuidad socarrona y altas dosis de fino humor, Vonnegut se gana la complicidad del lector y consigue una obra redonda, no se puede pedir más.

El título completo es Matadero cinco o La cruzada de los niños, y se refiere a que los soldados, aunque pensemos en ellos como rudos adultos, no suelen ser más que niños apenas, los más influenciables por la propaganda, carne de cañón barata. Además hace referencia a un oscuro episodio medieval.

jueves, 28 de julio de 2011

El Mago

Un joven inglés, Nicholas Urfe, se muda a una pequeña isla griega para dar clases en un instituto. Allí conoce a un hombre misterioso llamado Maurice Conchis, que lo acaba enredando en un complicado juego que mezcla teatro y manipulación psicológica, en el que Conchis es el director de la obra y Nicholas se ve forzado a improvisar un papel en el que tendrá que replantearse toda su vida, involucrándose más y más en un juego del que apenas entiende nada, pero del que saldrá convertido en un hombre nuevo.

He leído que esta novela de John Fowles sirvió de inspiración (¿y algo más?) para la película The Game, que me gustó en su día, y también para la serie Perdidos. Mientras la leía, yo he pensado en cómics: en V de Vendetta, de Alan Moore, y en Los Invisibles de Grant Morrison. Ambos guionistas son además magos (si, si) y británicos, por lo que bien pudieron haberlo leído. Yo apostaría a que sí.

Es una historia de aprendizaje en la que un joven arrogante aprende humildad por las malas. El juego psicológico, inspirado por Jung, está muy bien llevado, los personajes son atractivos y la intriga se mantiene. Sin embargo, aunque he disfrutado bastante del libro, creo que algunas partes no han resistido bien el paso del tiempo, y en concreto la parte central se me hizo algo pesada. Pero me ha gustado, y cada vez tengo más ganas de volver a Grecia.

jueves, 30 de junio de 2011

La literatura nazi en América

Un reciente viaje a Alemania me pareció una buena ocasión para releerme este libro, el primero o uno de los primeros en prosa que le publicaron a Roberto Bolaño. Y aquí está, me parece, eso que dicen de los escritores primerizos, que quieren volcar en sus primeras obras todo su universo. En este caso Bolaño lo consigue de una forma muy inteligente: el libro es justo lo que promete el título, un catálogo de los escritores de tendencia nazi americanos más importantes, con breves (más o menos, según los casos) apuntes sobre su vida y su obra. Escritores ficticios, claro, pero Bolaño lo usa como coartada para hablar de sucesos y personas reales, casi siempre en tono de parodia, pues todo el libro está barnizado con una capa de humor negrísimo y mucha ironía.

Esta estructura le permite al autor expandir sus posibilidades narrativas, realmente crea de la nada toda una literatura ficticia. Podríamos decir que anticipa casi toda su obra posterior, y están muchos de sus temas: la literatura, sobre todo, que atraviesa toda su obra; la política, especialmente la que le tocó vivir; la autobiografía más o menos ficcionada… hay incluso personajes que volverán a aparecer en su obra, como las jóvenes poetas mexicanas que volverán con otros nombres a Los detectives salvajes, o Ramírez Hoffman, protagonista del capítulo más importante y extenso del libro, que dará lugar a la novela corta Estrella distante. Ahí aparece Bolaño como personaje, se reconoce perfectamente la escritura del Bolaño que vendría.

Pero mis partes favoritas son las de los escritores de ciencia ficción. Si hojeáis este libro en alguna ocasión, leed al menos el capítulo Zach Sodenstern, son sólo cuatro páginas en mi edición, y es genial, ojalá hubiera existido de verdad este escritor y su delirante obra.

He disfrutado mucho más en esta relectura que la primera vez, ahora que conozco un poco más la vida y obra del autor. Por ejemplo, Bolaño trabajó en un camping catalán, y uno de los libros que reseña lleva por título Camping Calabozo (gran título, por cierto). También leí en algún sitio que era aficionado a los wargames, y efectivamente, uno de los personajes también lo es… Si, me encantó reconocer esos detalles, me confieso fan incondicional de Bolaño. Lo mejor es que me quedan aún unos cuantos libros suyos por leer (y releer), el siguiente será Estrella distante.

martes, 31 de mayo de 2011

Omega el Desconocido

Tenía ganas de leer algún libro del escritor Jonathan Lethem, pero he empezado por su única incursión en el cómic, el guión de este Omega the Unknown (ayudado en la tarea por Karl Rusnak). En el dibujo, Farel Dalrymple coloreado por Paul Hornschemeier, y además se incluyen 8 páginas de Gary Panter como "guest star".

Todos estos artistas se encargan de recuperar un olvidado personaje de la Marvel, cuya serie original de los años 70 se canceló a los pocos números. Los lectores de la época no conectaron con una historia atípica, en la que el superhéroe Omega se disputaba el protagonismo con un adolescente sensible e inteligente que intenta sobrevivir en el barrio neoyorquino de Hell’s Kitchen, donde su sensibilidad e inteligencia se valoran más bien poco.

Veinte años después, Lethem retoma los personajes en una miniserie de 10 números que Panini recopila en un solo tomo, y deja atados todos los cabos que habían quedado sueltos. Los primeros números intentan "encajar" con la serie original, y quizá por eso se me hicieron algo confusos. Pero hacia la mitad del libro Lethem se desata, y la historia se va aclarando a la vez que se vuelve más y más delirante. Ya no se puede dejar de leer hasta el final.

Es un cómic que me ha dejado un buen sabor de boca, es divertido, tiene varios niveles de lectura… sin embargo, he tenido una extraña sensación: la de estar leyendo algo "muy años 90". No sé, quizá porque los personajes parecen un poco perdidos en el mundo, con esa apatía noventera… serán cosas mías. Desde luego no es el típico cómic Marvel, tanto por la profundidad del guión como por el estilo de dibujo, muy alejado de los superhéroes al uso.

miércoles, 13 de abril de 2011

Planetary

En torno al año 2000 se hicieron incontables análisis de lo que supuso el siglo XX en relación a la política, el arte o los cambios sociales… En este cómic Warren Ellis y John Cassaday hacen lo propio con la cultura popular, especialmente con los cómics de aventuras y las novelas pulp de principios del siglo, repasando su evolución y lo que supuso la aparición de los superhéroes, los grandes monstruos japoneses, la guerra fría… todo esto dentro de una magnífica historia de aventuras.

La cosa va de sociedades secretas y teorías conspirativas. El protagonista principal es Elijah Snow, el típico tío duro y cínico, al que acompañan Jackita, la superfuerte del grupo, y The Drummer, un tipo que "siente" la información (¿representa a las nuevas generaciones que han crecido con internet?) y que como personaje se me hace muy antipático. Juntos forman Planetary, un grupo de "arqueólogos de lo imposible" que se enfrentan a "Los Cuatro", el grupo rival, cuatro astronautas que han obtenido poderes al exponerse a los rayos cósmicos… Si, como los 4 Fantásticos, pero pasados al lado oscuro.

Además de esa referencia a los 4F podemos encontrar muchas más: Sherlock Holmes, Doc Savage, Tarzán, Fu-Manchú, The Shadow, Alien… y los que no habré pillado, aparecen de forma más o menos velada. Otros acontecimientos relacionados con el género son también incluidos: uno de los números homenajea la invasión de guionistas británicos a los USA en los 80 (Ellis llegó algo más tarde); otro, las películas de monstruos japonesas; otro, el cine policíaco de Hong Kong; otro, la ciencia ficción de los años 50… etc., etc… En fin, son todos esos temas retro que me encantan, así que he disfrutado muchísimo a pesar de algunos altibajos en la acción, comprensibles porque es muy difícil hacer que funcione tamaño engranaje.

El trabajo de Cassaday al dibujo es espectacular, minucioso… y lento, claro. Esto llevó a que la serie tardase tanto en finalizar, casi diez años (1999-2008) para 27 números. Cada número contiene una historia más o menos autoconclusiva, pero que hace avanzar la "historia tronco": la lucha de Planetary para poner al servicio de la humanidad los conocimientos que "Los Cuatro" tratan de ocultar.

Sería interesante comparar este cómic con Los Invisibles de Grant Morrison y Promethea de Alan Moore. A mí me interesaría, vaya: tres obras "densas" pero cercanas al mainstream, escritas en la misma época por guionistas británicos "no convencionales", y que tocan los mismos temas: la llegada del siglo XXI, la física cuántica, la magia, las realidades paralelas… recordemos que en esa misma época salieron un montón de películas sobre multiversos y/o realidades paralelas: Matrix, Nivel 13, Dark City… Interesante, ¿no? … ¿cómo? ¿que me curre yo mismo la comparativa en un post? Uff… no me veo capaz, puede que hable de Promethea, que releí hace poco, pero, ¿tragarme otra vez Los Invisibles? ¡Ni atado!

martes, 1 de marzo de 2011

Packaging. Mejor dicho: Envoltorios

Siempre me ha llamado la atención el diseño comercial y los logotipos. Ya de niño recuerdo que me fascinaban logos como estos:



Con los años, me di cuenta de que en esto los japoneses son los mejores:





Bueno, el último no es del todo real, pero quería incluirlo. La cuestión es que a veces, donde menos te lo esperas, surge ese logo políticamente incorrecto y tremendamente pop que te enamora. Como éste de dulces "La golosa":

viernes, 11 de febrero de 2011

Año del conejo


Feliz año nuevo chino, ¡empieza el año del conejo!


Y como ya es habitual por estas fechas este blog cumple años, cuatro ya. El pobre… si fuera un conejo sería todo lo contrario al de arriba, raquítico de tan pocas entradas… pero bueno, desde aquí ya sólo puede mejorar (o no)…

Como también viene siendo habitual en estos posts de aniversario, comento brevemente algunas lecturas que se han quedado sin reseñar, sólo una selección porque han sido muchas. Empiezo por los clásicos, recordaréis que iba por la antigua Roma:

Satiricon: atribuida con reparos a Petronio Arbiter (presunto cortesano de Nerón que salía en la peli Quo vadis?), es una de las primeras novelas merecedoras de ese nombre que se ha conservado, aunque incompleta. Anticipa la novela picaresca que tanto cuajó siglos después por estas tierras.

Diálogos de Luciano de Samósata: modelo para muchos escritores posteriores que usaron el humor (como Erasmo o Rabelais, por ejemplo), Luciano fue un escritor satírico que se reía de todo: de los hombres, de las mujeres, de los dioses y de sí mismo... Dio nombre al “diálogo lucianesco”, e incomprensiblemente fue ignorado en su tiempo.

Cualquiera de estas dos obras se sigue leyendo con agrado hoy día, sobre todo las de Luciano. En cambio no he podido con las Meditaciones de Marco Aurelio: son aforismos escritos por el emperador apoyándose en la filosofía estoica, interesantes, sí, pero… uf, mucha tela…

También he empezado a leer algo de novela histórica contemporánea ambientada en esa época:

Calígula: Albert Camus hace del emperador loco, Calígula, un gran personaje en esta obra de teatro que vi hace años en gallego interpretada por Antonio Durán “Morris”.

Yo, Claudio: Ya lo había leído hace mucho pero casi no me acordaba de nada. Robert Graves consigue una credibilidad asombrosa, cuesta pensar que las cosas no sucedieran tal como él las narra por boca del emperador Claudio. Y la misma sensación he tenido con

Memorias de Adriano: Marguerite Yourcenar se pasó muchos años poniendo en pie esta gran historia. En ella el emperador, viendo que sus días se acaban, ofrece su sabiduría a quien habría de sucederle, Marco Aurelio (si, el de las Meditaciones). Un libro muy sabio y poético, que además leí en una edición muy chula (de Edhasa) traducido por Julio Cortázar.

Ya de vuelta a épocas más cercanas:

La llave de cristal: buena novela de género negro de Dashiel Hammett, aunque no supera el gratísimo recuerdo que me dejó Cosecha roja en su momento.

Guerra Mundial Z: este entretenido libro de Max Brooks (hijo del gran Mel y de Anne Bancroft, buenos genes) ha conseguido dotar de nueva vida (quizá la expresión no es muy acertada) al género de zombies, que ahora se multiplican en forma de libros, cómics, series de TV, políticos… Narrado en forma de reportaje periodístico, varios supervivientes de la guerra zombi cuentan su caso.

Skugga-Baldur: no sé si será por efecto del frío, pero Islandia es el país con más escritores por metro cuadrado. En este caso Sjón adapta un cuento tradicional ambientándolo a fines del siglo XIX. Otra vez tengo que alabar la buena labor de la editorial gallega Rinoceronte. Han optado por dejar el título original, aunque he visto que otras ediciones en español lo han traducido como “El zorro ártico”.

Vamos ahora con algunos cómics:

Body World: Dash Shaw es uno de esos artistas muy jóvenes que vienen a renovar el medio con ideas frescas. Su Ombligo sin fondo, que también leí este año, no me gustó demasiado, la verdad, pero con este Body World he disfrutado mucho. El cómic puede leerse gratis en su web (en inglés).

La Mazmorra Amanecer: me he puesto al día con esta serie, que dejé de seguir un tiempo, y que reúne a algunos de los mejores autores franceses: Sfar, Trondheim, Blain… impresionante.

Enciclopedia universal Clismón - Bienvenido al mundo: no es un cómic al uso, más bien una original enciclopedia ilustrada por el sevillano Miguel Brieva. Las definiciones hablan de la estupidez humana, son filosóficas, bordean la poesía… Brieva es también un gran dibujante y un excelente colorista, y el libro lo ha editado con mimo Random House.

Bolland Strips de Brian Bolland, un dibujante inmenso que flojea un poco en los guiones para mi gusto, y Capitán Escarlata de David B. y Emmanuel Guibert, una buena adaptación de un relato de Marcel Schwob, los encontré de saldo por 3 euros cada uno en Valencia, un ofertón que ha valido la pena aprovechar.

Theodore Poussin Integral I: agrupa los cuatro primeros álbumes de esta serie de la que tenía un recuerdo infantil maravilloso, por haber leído algunas páginas en un número de la revista Cairo. Pero la lectura de este tomo no ha estado a la altura de mis recuerdos… suele pasar. Aún así es un buen tebeo de aventuras.

Kick-Ass: Se le nota demasiado su intención de provocar, aunque algunos chistes a costa de los frikis tienen su gracia, y también la forma de financiarse de Hit Girl y su padre… la peli es peor…

Mister X: curiosa serie ochentera dibujada por el gran Jaime Hernández.

Río abajo: impecable trabajo de Rabaté, tanto al guión como al dibujo.

La mouche: un tebeito mudo que dio a conocer a Trondheim y que me traje de Bruselas. Simpático.

Yo maté a Adolf Hitler: ya es la tercera historia de Jason que me leo, y pasada la refrescante sorpresa inicial, ahora me aburre un poco este autor.

La Belette: un clásico de los 80 al que no había leído: Dieter Comés. Me ha causado muy buena impresión.

Versiones: un gran hallazgo encontrar en una tienda de segunda mano esta edición argentina en la que se recopilan cuentos clásicos latinoamericanos de Rulfo, Borges, Onetti… adaptados al cómic por Juan Sasturain e ilustrados por ese gigante del dibujo, Alberto Breccia… ‘nuff said, como decía el otro…

En cuanto al manga, he leído poco pero interesante:

Capitán Harlock: de Leiji Matsumoto, es un clásico de los 70 en cinco tomos, de los cuales el primero me encantó, pero después se me hizo repetitivo, supongo que no ha envejecido muy bien.

Pluto: no puedo decir nada malo de esta serie, remake de una historia de Tezuka para Astro Boy. Pero tampoco mucho bueno, la verdad, me dejó bastante frío...

Una vida errante I: tengo que avisar en la biblioteca para que me compren el segundo tomo ¡ya!

Dejo pendientes de desarrollar más extensamente otras lecturas de esas que nunca me fallan: Crumb, Bagge, Moore... el Planetary de Ellis y Cassaday me encantó, Astonishing X-Men de Whedon me reconcilió con Marvel, Los Invisibles de Morrison empecé amándola y acabé odiándola... mucho que escribir y poco tiempo/ganas.

Por lo demás, la peli que más disfruté este año fue Toy Story 3, esta gente de Pixar son increíbles. Y pasando de novedades musicales, lo que más estoy escuchando últimamente son los viejos discos de The Pogues... ¡Fiesta!

lunes, 17 de enero de 2011

Las hermanas Tang

Esta pequeña gamberrada, que me sirvió para iniciarme con la Wacom, se ha convertido en mi obra más polémica... "vulgar" y "de mal gusto" es lo más suave que he escuchado, jajaja, al menos parece que no deja indiferente. Juzgad vosotros mismos: