lunes, 31 de diciembre de 2007

La Perdida

Carla, una joven norteamericana de origen mexicano, se establece durante un año en México D.F. con la intención de empaparse de su cultura y “encontrarse a sí misma”. Obsesionada con integrarse y ser “auténtica”, busca amigos (y novio) mexicanos, que la acabarán metiendo en líos cada vez más serios.

Este cómic de Jessica Abel me provoca sensaciones contrapuestas. Por un lado, me resultan antipáticos todos los personajes, especialmente la protagonista, bien descrita como “perdida”. En cuanto a la historia, que avanza dramáticamente hasta convertirse en un thriller, se estropea con un final poco inspirado y la inevitable moraleja.

Por otra parte, aunque cargantes, los personajes están bien definidos, sus diálogos son creíbles, y el tebeo mantiene el interés a lo largo de más de doscientas páginas, lo cual es meritorio. Es especialmente interesante el enfoque dado al choque de culturas: la mala conciencia yanqui frente a las contradicciones mexicanas: revolucionarios de izquierdas que venden camisetas del Ché, camellos que sueñan con ser D.J. en los USA… gringos que huyen de su artificial país, y mexicanos que quieren emigrar allí para prosperar.

Cuando menos, es un tebeo válido como guía de viaje a México D.F. … Ah, y feliz año nuevo.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Bardín el Superrealista

Bardín se mueve como pez en el agua entre la Realidad y la Superrealidad, un extraño mundo en el que abundan los faros, las caracolas y otros delirantes seres.

Aunque hasta ahora no había conseguido conectar con sus mundos y su particular humor, Max es un autor en permanente búsqueda de nuevos caminos para su arte, lo cual siempre es de agradecer. En este Hechos, dichos, ocurrencias y andanzas de Bardín el Superrealista, cada página es visualmente impecable, y el álbum se convierte en un objeto artístico en si mismo, ayudado por la excelente edición de La Cúpula, que emplea una novedosa técnica de tramado, la “trama estocástica de alta definición”, que es como: “no se ven los puntitos” (¿será inminente su desaparición? se echarán de menos…).

Las historias que se incluyen son muy variadas, en duración y contenido, y abarcan páginas que se han ido publicando (o no) desde 1997, algunas coloreadas para la ocasión. Las aventuras de Bardín son de humor metafísico-social (si, ya sé, pero me gusta ponerle etiquetitas a todo, qué le voy a hacer), y por todas partes abundan los guiños a la cultura popular (el icono Mickey, los tebeos de Bruguera) interactuando con guiños a la alta cultura (si es que son válidas esas divisiones): Buñuel, Cirlot, otras que se me habrán escapado, y mi favorita: cómo se aprovecha Max del cuadro La pesadilla, de Füssli:


Digresión: recomiendo leer, a propósito de pesadillas y del mencionado cuadro, la conferencia de Borges del mismo título y publicada en Siete noches (Alianza), todo el libro es una delicia; fin de la digresión.

Porque la psicología y el mundo onírico son también parte importante de Bardín, sobre todo en la espectacular El ruido y la furia, que cierra el álbum y…

Vale, no os vais a creer lo que me ha pasado… estaba escribiendo en el ordenador esto que estáis leyendo, de pronto he girado la vista a mi derecha, y he visto esto:


¡¡Llevo dos años viviendo en la Superrealidad!! (ojo, las cortinas venían ya con el piso… y la foto no les hace justicia). Ahora empiezo a explicarme muchas cosas…


miércoles, 26 de diciembre de 2007

Ciao, Verona

En el Babelia del pasado 3 de noviembre se publicaba este cuento inédito de Julio Cortázar, íntimamente relacionado con otro cuento suyo, Las caras de la medalla, que también he releído para la ocasión. Ambos relatos tienen mucho de autobiográfico, y el propio Cortázar confesaba en una carta, a propósito de Ciao, Verona: “fue tan duro de escribir como el otro”.

Las caras de la medalla
trata de los desencuentros amorosos entre dos compañeros de trabajo, Mireille y Javier (alter-ego del autor). Aunque Cortázar juega a despistar con los puntos de vista narrativos, es la voz de Javier la que narra, es Javier quien decide escribir sobre el fracaso de su relación con Mireille para, de alguna manera, exorcizarlo.

Ciao, Verona
es la réplica de Mireille al relato escrito por Javier/Cortázar, relato al que hace referencia en un juego metaliterario. Mireille, que aprecia la amistad de Javier, acepta citarse con él nuevamente en Verona, para hablar del fracaso de sus encuentros anteriores y desvelarle el secreto que guarda y que les impide unirse.

Usando la misma metáfora de Cortázar, ambos cuentos son las caras de una misma medalla, dándose la espalda pero a la vez indisolublemente unidos, aunque sus lectores hayamos tenido que esperar treinta años para comprobarlo.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Fairytale of New York

Para festejar que ésta es la entrada número 100 del blog, y que coincide con estas entrañables/odiosas fechas navideñas, os invito a escuchar una de las canciones más bonitas que conozco, una historia de amor y odio entre emigrantes durante una Nochebuena en Nueva York.

The Pogues son conocidos por fusionar la música tradicional irlandesa con el punk, y por tener el cantante con peor dentadura de la historia de la música, Shane MacGowan. Para ésta, posiblemente su canción más famosa, contaron además con la voz de Kirsty MacColl.

Dedicado a todos los emigrantes que no vuelven a casa estas Navidades.



It was Christmas Eve babe
In the drunk tank
An old man said to me, won't see another one
And then he sang a song
The Rare Old Mountain Dew
I turned my face away
And dreamed about you

Got on a lucky one
Came in eighteen to one
I've got a feeling
This year's for me and you
So Happy Christmas
I love you baby
I can see a better time
When all our dreams come true

They've got cars big as bars
They've got rivers of gold
But the wind goes right through you
It's no place for the old
When you first took my hand
On a cold Christmas Eve
You promised me
Broadway was waiting for me

You were handsome
You were pretty
Queen of New York City
When the band finished playing
They howled out for more
Sinatra was swinging,
All the drunks they were singing
We kissed on a corner
Then danced through the night

The boys of the NYPD choir
Were singing "Galway Bay"
And the bells were ringing out
For Christmas day

You're a bum
You're a punk
You're an old slut on junk
Lying there almost dead on a drip in that bed
You scumbag, you maggot
You cheap lousy faggot
Happy Christmas your arse
I pray God it's our last

The boys of the NYPD choir
Still singing "Galway Bay"
And the bells were ringing out
For Christmas day

I could have been someone
Well so could anyone
You took my dreams from me
When I first found you
I kept them with me babe
I put them with my own
Can't make it all alone
I've built my dreams around you

The boys of the NYPD choir
Still singing "Galway Bay"
And the bells are ringing out
For Christmas day.


Cuento de hadas de Nueva York

Era nochebuena, nena
En el calabozo
un viejo me dijo: ¿veremos otra?
Y entonces cantó una canción
The rare old mountain dew
Giré mi cara
Y soñé contigo

Tuve suerte
Vinieron dieciocho a uno
Tengo la sensación
de que este año es para nosotros
Así que feliz Navidad
Te quiero, nena
Puedo ver tiempos mejores
en los que todos nuestros sueños se harán realidad

Tienen coches grandes como barras
Tienen ríos de oro
Pero el viento te atraviesa
No es sitio para los viejos
Cuando me cogiste la mano por primera vez
En una fría nochebuena
Me prometiste
que Broadway me estaba esperando

Eras guapo
Eras bonita
Reina de Nueva York
Cuando la banda acabó de tocar
Rugieron pidiendo más
Sinatra “swingueaba”
Todos los borrachos cantaban
Nos besamos en una esquina
Luego bailamos a través de la noche

Los chicos del coro de la policía
cantaban Galway Bay
y las campanas repicaban
por Navidad

Eres un tirado
Eres un guarro
Eres una vieja cachonda colocada
Ahí tumbado casi muerto gota a gota en esa cama
Tú, gusano, atontado
Piojoso marica barato
Feliz Navidad, tu culo
Rezo a Dios que sea la última juntos

Los chicos del coro de la policía
aún cantando Galway Bay
y las campanas repicaban
por Navidad

Pude haber sido alguien
Bueno, cualquiera podría
Te llevaste mis sueños
cuando te encontré la primera vez
Los llevo conmigo, nena
Los he puesto con los míos
No puedo hacerlo todo solo
He construido mis sueños en torno a ti

Los chicos del coro de la policía
aún cantando Galway Bay
y las campanas repican
por Navidad.

martes, 18 de diciembre de 2007

Palestina

Pues nada, que entre éste Palestina, el Persépolis y El Fotógrafo, me estoy convirtiendo en un “experto” en temas musulmanes. Y cuanto más sé, más me reafirmo en mi desdén hacia todas las formas de religión que no consistan en una relación individual con el dios que sea, sin molestar ni tratar de convencer al prójimo. Y qué lejos estamos de eso, Diosa mía…

En fin, en el caso de Palestina, Joe Sacco ilustra su estancia de dos meses en la franja de Gaza a finales de 1991. Es una crónica fiel de esos meses, que Sacco dedicó a recorrer la zona haciendo entrevistas (y tomando un té tras otro) que le dieran a su cómic una visión profunda del conflicto. En un exhaustivo trabajo periodístico, busca viejos que recuerden la ocupación de 1948, adultos que hayan pasado por la cárcel (el 99%), o jóvenes que pertenezcan a grupos de liberación.

Su dibujo detallista (impresionante) da cuenta de las caras, los paisajes, y fundamentalmente la rabia y la impotencia que sienten los palestinos, pero también, aunque tangencialmente, el recelo de los israelíes y su postura. El guión de Sacco sólo muestra lo que ha visto, y lo que sintió al verlo. Las voces que interpretan la situación, sin filtros, son las de los palestinos a los que entrevista, y únicamente en el prólogo el autor dice que el conflicto no tendrá fin hasta que la ocupación israelí se trate como un tema de ley internacional y de derechos humanos básicos. Duele pensar lo poco que ha cambiado la situación en los más de quince años que han pasado desde entonces.

sábado, 15 de diciembre de 2007

100 Balas: Primer disparo

Este volumen de Norma recopila los cinco primeros números americanos de esta serie de Brian Azzarello y Eduardo Risso, que comenzó a publicarse en 1999. Los protagonistas de 100 balas son diferentes tipos de perdedores, gente a la que alguien ha arruinado la vida sin que lo supieran. Hasta que llega el misterioso agente Graves para hacérselo saber y facilitarles la venganza, en forma de un maletín de rombitos que contiene las pruebas que inculpan al “objetivo”, una pistola y cien balas imposibles de rastrear para la policía.

En este caso, las primeras cien balas son para Dizzy Cordova, una joven pandillera hispana de Chicago que acaba de salir de la cárcel y debe enfrentarse a serios problemas familiares. Esta historia ocupa los tres primeros números; los otros dos y la siguiente tanda de balas van a parar a Lee, un ex-cocinero amargado que sobrevive poniendo copas en un tugurio, hasta que la visita del agente Graves le ofrece nuevas posibilidades. En esta última historia, además, se introduce un interesante hilo argumental para el futuro: un indicio de la identidad del agente Graves.

Los autores explotan los mejores recursos del género negro: diálogos brillantes, mujeres fatales, pistolas… en un cóctel bien medido, y que según las críticas que he leído, mejora en los siguientes capítulos (está previsto que la serie acabe en el número 100). Pues habrá que leérselos, creo que ahora está volviendo a editarlos Planeta.

martes, 11 de diciembre de 2007

Éramos tan jóvenes (5)

Sigo buscando imágenes de antiguas series de la TVG, y con estas me he llevado una sorpresa, ¿os acordáis de Telegato? Si, el programa de “Telegato ao aparato”, el notario Pranchón, las entrevistas al “gluón do burato”, etc.


Pues atentos a los títulos de crédito, al parecer el creador de los personajes era el escritor francés Roland Topor, autor entre otros títulos de El quimérico inquilino, que fue adaptada al cine por Roman Polanski.


Y la guinda de hoy… ¡Santos morcegos, Batman!

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Persépolis

Me he releído Persépolis estos días con la intención de ir al cine a ver la película y llevar la historia fresca en mi cabeza; pero, como de costumbre, la peli me la he perdido, tendré que esperar a que salga el DVD. De todos modos me ha gustado reencontrarme con esta historia autobiográfica de Marjane Satrapi.

El maestro Bolaño escribía, en uno de los artículos de su libro Entre paréntesis: “No tengo nada en contra de las autobiografías, siempre y cuando el que las escriba tenga un pene en erección de treinta centímetros. Siempre y cuando la escritora haya sido una puta y a la vejez sea moderadamente rica. Siempre y cuando el pergeñador de semejante artefacto haya tenido una vida singular”.

La vida de Satrapi es singular, al menos desde el punto de vista occidental. Iraní educada por unos padres progresistas, estudiaba en el Liceo francés cuando estalló la revolución islámica en 1979. La joven Marji tenía unos diez años, y a través de su mirada infantil asistimos al recorte de libertades impuesto por el régimen islamista. Hasta aquí el primer álbum; el segundo habla del comienzo de la guerra contra Iraq, el tercero sobre su exilio en Austria y el cuarto narra su regreso a Irán en el 89, ya con veinte años y una renovada visión de la vida.

Una de las intenciones de la autora es cambiar la imagen que tenemos de Irán en occidente, y sólo por lo que se aprende de la vida cotidiana en un país musulmán ya vale la pena leérselo. Pero además la historia está impecablemente contada, y al estar dividida en capítulos muy cortos, que a menudo parten de una simple anécdota, se hace muy ágil su lectura. En definitiva, un tebeo muy interesante, y, en los tiempos que corren, incluso necesario.

lunes, 3 de diciembre de 2007