viernes, 31 de agosto de 2007

Locas #1

Primer tomo de los tres que recopilan las historias de Locas, que Jaime Hernández creó en los ochenta para la mítica revista Love & Rockets. Si su hermano Beto en la espléndida Palomar retrata a los habitantes de un pueblo mexicano de la frontera, Jaime nos habla de los que ya han cruzado esa frontera y se han establecido en los USA (como hizo la propia familia Hernández).

Había leído hace tiempo el Mechanics que sacó La Cúpula en color, pero al leer sólo esa historia aislada del resto no me había dejado muy buen sabor de boca. Después, cuando (fascinado) leí Palomar, pensé que Beto era el “hermano bueno”, pero acabo de comprobar con Locas que ambos hermanos desbordan talento: puede que Beto sea mejor guionista, y desde luego Jaime es mejor dibujante, tiene un estilo clásico precioso. Pero ambos autores complementan a la perfección sus miradas, y desde luego, nunca los personajes femeninos habían sido tan reales y tan bien tratados en un cómic. Porque Locas es, como Palomar, una historia de mujeres: Maggie, Hopey y las demás se enamoran, ríen, lloran, maduran… pero también luchan en el ring, viven divertidas aventuras y viajan a exóticos países imaginarios, pasando del romanticismo al drama y de ahí a la comedia, sin que el resultado final pierda un ápice de interés... ¡y creo que aún va a mejorar! Me voy corriendo a por el segundo tomo.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Fotos hechas por teléfono (2)

Otxo 2, 2006

Señor Taza, 2006

El río, 2006

The wall, 2006

lunes, 27 de agosto de 2007

Correspondencias


DON FARRUQUIÑO.–Cada vino reclama su sacramento. Rueda blanco, propio para acompañar una tortilla de chorizos. Espadeiro de Salnés, bueno para refrescar en el monte, o en una romería o en un juego de bolos. Ribero de Avia, para las empanadas de lamprea y las magras de Lugo. Cada vino tiene su correspondencia en la vida, igual que todas las cosas. El mundo es armonía y concierto pitagórico. ¡Y nadie me rebata, si no está ordenado de teólogo!

CARA DE PLATA.–¡Cómo se conoce que andas entre abades!

Ramón del Valle-Inclán, Cara de Plata

sábado, 25 de agosto de 2007

Cara de plata

Aunque escrita en último lugar (1922), según la cronología de los textos es la primera de las tres Comedias Bárbaras de Ramón del Valle-Inclán, uno de mis escritores favoritos del que ya he hablado por aquí. A esta obra le siguen Águila de Blasón (1907) y Romance de Lobos (1908), que junto a otra joya, Divinas Palabras, conforman lo que los expertos llaman ciclo mágico, o mítico, del teatro de Valle.

En el marco de una Galicia rural de finales del siglo XIX, las Comedias Bárbaras narran la decadencia de los Montenegro, una familia de hidalgos poseída por pasiones desaforadas, cuyo mundo está a punto de desaparecer y del que Valle pudo ser testigo en su juventud. En sus propias palabras:

“He asistido al cambio de una sociedad de castas… y lo que vi no lo verá nadie. Soy el historiador de un mundo que acabó conmigo. Ya nadie volverá a ver vinculeros y mayorazgos. Y en este mundo que yo presento de clérigos, mendigos, escribanos, putas y alcahuetas, lo mejor –con todos sus vicios– eran los hidalgos, lo desaparecido.”


Una trivial disputa (el paso por los terrenos del castillo) motiva el enfrentamiento del caballero Juan Manuel Montenegro con el abad de la parroquia: la hidalguía frente al clero, los dos estamentos más poderosos de la época retratados por personajes cargados de intensidad, exagerados pero creíbles, como es habitual en el escritor arousano. Junto a ellos, “el pueblo llano”: Fuso Negro, el loco vagabundo; el sacristán, que es el “perro” del abad (son frecuentes las “animalizaciones” o “deshumanizaciones” en Valle); Pichona la Bisbisera, feriante y echadora de cartas…

Difícilmente representable, como buena parte de su teatro, es el primer intento de seguir en España las corrientes dramáticas modernas que llegaban de Europa, como el teatro simbolista. Así, Valle se aleja de los esquemas clásicos, el espacio escénico tradicional se le queda pequeño, como nos demuestran sus alucinantes y poéticas acotaciones, que leídas hoy nos hacen pensar inmediatamente en el cine antes que en el teatro. En mi caso, mientras leía he pensado que la animación (estilo Tim Burton) podría hacer maravillas con sus obras.

Otro rasgo típico en Valle es su lenguaje, un castellano potentísimo que busca la expresión más enfática mediante palabras hoy en desuso, que pueden hacer ardua su lectura (manía de Austral de poner el glosario al final del libro, en lugar de notas a pie de página), pero decididamente vale la pena el esfuerzo. A estas hay que sumar los frecuentes galleguismos, aunque en mi caso estos son muy disfrutables, porque me recuerdan a las expresiones que usa mi abuela (“arrenegado sea o demo”, por ejemplo) y me encantan.


miércoles, 22 de agosto de 2007

Tiresias

Vino después el alma de Tiresias, el tebano, que empuñaba áureo cetro. Conociome y me habló de esta manera:

-¡Laertíada, del linaje de Zeus! ¡Odiseo, fecundo en ardides! ¿Por qué, ¡oh, infeliz!, has dejado la luz del sol y has venido a ver a los muertos y esta región desapacible? Apártate del hoyo y retira la aguda espada, para que, bebiendo sangre, te revele la verdad de lo que quieras.

Homero, Odisea

lunes, 20 de agosto de 2007

Odisea

Después de diez años de guerra en Troya, y diez más de viaje de vuelta llenos de aventuras, el héroe Odiseo regresa a Ítaca para reencontrarse con su mujer Penélope y su hijo Telémaco. Pero en su ausencia han sido muchos los que se han establecido en su palacio para pedir la mano de Penélope, y Odiseo deberá luchar para recuperar el trono y a su familia.

Es incalculable la influencia que ha tenido esta obra en toda la literatura posterior. Baste decir que al poco tiempo de su aparición, tanto la Odisea como la Ilíada se consideraban ya obras maestras, y eran analizadas al detalle por los expertos de la época.

Un misterio que nunca se ha aclarado es el de su autoría, ya que ambas obras son muy diferentes entre ellas. Hay teorías para todos los gustos: por ejemplo, Robert Graves en Los Mitos Griegos afirma (apoyando a Samuel Butler) que es casi seguro que el autor de la Odisea fue una mujer, basándose en que su estilo “ligero, humorístico, ingenuo y vivo” es claramente femenino. Es una idea, pero parece ser que los estudios más recientes defienden la teoría de “un solo autor” para los dos poemas, el Homero (masculino) de siempre, un autor que se sitúa en el punto de inflexión entre la literatura oral anterior y la inminente literatura escrita.

La Odisea es un libro más moderno, en su lenguaje y en sus temas, que la Ilíada. No se limita a exaltar el ardor guerrero, aquí hay amor, intriga, humor, emoción, violencia… es más popular, puedo imaginar al primitivo auditorio que escuchaba estas historias, maravillado, haciendo preguntas, llorando y riendo con las peripecias de los personajes.

En la Ilíada se nos narra un solo episodio de la guerra de Troya, linealmente y con pocos cambios de escenario (Troya y alrededores), en el tono épico de las grandes gestas. La Odisea, en cambio, recorre muchos lugares, reales e imaginarios, y aunque nunca se aparta del tema principal (la vuelta a casa del héroe y su enfrentamiento con los pretendientes), intercala diversos folk-tales, que ya debían ser viejos en el momento que Homero compuso su obra, narrados en tercera persona, o bien en primera por Odiseo: así, su encuentro con los lotófagos, con el cíclope Polifemo, el episodio de las sirenas… A diferencia de los héroes de la Ilíada, los personajes son aquí más cercanos, más “humanos” en sus deseos y sus miserias. Empezando por Odiseo, un protagonista perfectamente definido, astuto, racional, seductor, buen camarada y gran contador de historias.

Pese a todo, hay múltiples similitudes entre las dos obras, como las repeticiones formulares (“la aurora de rosáceos dedos”), las metáforas, o los constantes sacrificios a los dioses y la intervención de éstos en los asuntos humanos.

Por último, y como curiosidad, decir que según el autor de la Guía de Lectura de ésta edición (Austral), la isla de Ogigia, en la que Calipso retiene a Odiseo durante años, no es otra que… ¡”nuestro” islote Perejil! Al final sí valía la pena reconquistarlo (ja)… qué cosas…


viernes, 17 de agosto de 2007

jueves, 16 de agosto de 2007

Las estrellas mi destino

La nave de carga Nomad es atacada, y Gulliver Foyle, un anodino mecánico de segunda, es el único superviviente. Flota en el vacío con los restos de la nave durante meses, sin esperanzas y al límite de la locura, hasta que divisa a lo lejos una nave terráquea que puede ser su salvación. Pero a pesar de haberle visto, la nave Vorga pasa de largo, y convierte al vulgar Foyle en un moderno conde de Montecristo, que ya sólo vivirá por y para la venganza, valiéndose de todos los medios a su alcance para lograrla.

Hacía años que quería leer este libro de Alfred Bester, todo un clásico de la ciencia ficción, y no me ha defraudado. Conocida también con el título ¡Tigre, tigre!, la novela engancha desde el primer párrafo con un ritmo trepidante y muy cinematográfico (Bester también escribió cómics y seriales radiofónicos). La acción avanza sin tregua haciendo gala de una imaginación desbordante: telepatía, teleportación, mutaciones, guerras interestelares… recursos ya trillados en su época (fue publicada en 1956), pero que aquí aparecen renovados y consiguen sorprender una vez más. Sus valores literarios son discretos, pero suficientes, y se compensan con su voluntad de innovar y el encanto pulp que posee. Una obra amenísima y muy recomendable.


viernes, 10 de agosto de 2007

Fotos hechas por teléfono (1)

Sin título, 2005

Capilla ardiente, 2005

Otxo, 2005

Una mirada a lo profundo, 2005


jueves, 9 de agosto de 2007

Infierno

Tras Mujeres, he repetido con Yoshihiro Tatsumi, esta vez con Infierno, su libro más conocido de los editados en España. Se trata de diez relatos cortos que había publicado La Cúpula en los años 80, y que ahora se reúnen (por sólo 7,50 euros) para acercarnos al lado más miserable del ser humano. En pocas páginas y sin miramientos, Tatsumi desgrana nuestras bajezas más profundas. Mis favoritos:

-Todo un hombre. Destila un humor agridulce y muy negro: el protagonista, un perdedor a punto de jubilarse, decide engañar de alguna forma a su mujer. Pero el fracaso le persigue.

-¡Qué bonito es el progreso! Koïke, un chico solitario, dona su esperma a la universidad. Pero cuando un día ve a la receptora de sus donaciones y pone cara a sus fantasías, se obsesiona fatalmente.

-Travesti. Un joven apuesto hace estragos entre las mujeres. Pero lo que él quiere es despertar esa pasión como mujer. Y lo consigue.

-Infierno. El más largo de los relatos (28 páginas) nos habla de Hiroshima, de cómo afectó al pueblo japonés, y de la maldad. Tras la guerra, una foto del escenario de la masacre se convierte en símbolo de paz y esperanza. Pero su autor descubre que la foto que le ha hecho rico y famoso esconde un macabro secreto. Al leerlo he recordado esta famosa historia real.

-La caseta. Un aspirante a escritor se convierte en perro, muy a su pesar. Brillante.

-La mujer de la nieve. Un joven se inicia en el sexo de forma inquietante, con el no menos inquietante telón de fondo de la especulación inmobiliaria.

viernes, 3 de agosto de 2007

BD Banda #1

Importante iniciativa de la gente de BDBanda, que se lanza a la edición profesional convirtiendo su fanzine en revista, sacando una tirada en gallego y otra en castellano. La revista está orientada hacia un público joven, son historias de aventuras o fantásticas, con acción, humor e intriga.

El diseño y la edición están muy cuidados, incluyendo la bonita portada de Monteys. El contenido alterna cinco historias autoconclusivas y cinco de continuará. De las primeras destacaría Astro, de Javier Olivares; el regreso de Calavera Lunar (Monteys divertido como siempre y cada vez mejor dibujante); y una de Carlos Vermut (floja, pero es un buen autor en plena trayectoria ascendente, y se nota).

En cuanto a las aventuras de continuará, la primera es Zemo, de Jorge García y David Rubín, un grandísimo dibujante para una serie que promete; Escamado, de Miguel Porto y Víctor Rivas, en la misma onda fantástica que la anterior, es pronto para juzgar; Miguel Robledo sigue con las aventuras de Os Cabezóns, que ya iniciara en BDBanda en su época de fanzine, futurismo retro y aventuras; el tándem Portela/Iglesias nos ofrece Peter Schlemihl, una BD “muy francesa” ambientada en el siglo XVIII; por último, As serpes cegas, de Hernández Cava y Seguí nos traslada a la Nueva York de 1939 con una trama de intriga. Completan las 66 páginas un artículo de Álvaro Pons sobre Franquin y una entrevista con Miguelanxo Prado.

Como veis, la revista viene muy completa: grandes autores con ganas de ofrecer grandes historias, y la intención de llegar a la mayor cantidad posible de lectores. Ojalá lo consigan. Aunque también podría poner algunos peros: la periodicidad semestral puede hacer desesperante seguir las series, su cadencia ideal para mi gusto sería trimestral, aunque entiendo lo que pesan las razones económicas. Por otro lado, su reducido tamaño hace difícil disfrutar algunas páginas, sobre todo las de As serpes cegas.

Además, aunque está bien que las historias sean “universales”, echo de menos un poco de “color local” gallego o español. Me gustaría ver esas historias fantásticas ambientadas en Pontevedra o en Xinzo de Limia, ¿por qué no? También echo en falta alguna historia de Kiko da Silva, alma máter del proyecto. Pero la sensación global es muy positiva, sobre todo me alegra comprobar la existencia de una prometedora cantera tebeística en Galicia. Suerte y que dure.

En su blog están ya avanzando cosas del segundo número, de allí he sacado las imágenes de esta entrada.